viernes, 26 de noviembre de 2010

Siempre queda un hueco, su hueco.

Porque hemos pasado mucho: risas, lloros, miradas, palabras, silencios, tardes, mañanas, mediosdías, noches, cenas, comidas, desayunos, almuerzos, paseos, compras, anécdotas, penurias, amor, amistad...
Hemos pasado tanto, y todo está tan perdido.
Pero tranquila, has sido una persona muy grande aquí, eso tienes que saberlo.
De ti guardaré todo lo bueno, lo malo lo estoy enterrando.
Olvidemos las heridas y recordemos todos los abrazos...

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