lunes, 14 de febrero de 2011

Cuando se acaban aquellos días en los que creías ser especial.

Creo que una de las cosas que más me puede alegrar un día en esta vida, es que me hagan sentir especial enseñándome que valgo mucho más de lo que parece.
Que me descubran nuevas virtúdes, que recalquen algo que nadie había recalcado nunca o que sólo yo creía poseer.


He pasado días en los que me hacían sentir bien una y otra vez. Horas en las que, con sólo palabras, se me podía abrir un optimismo increíble capaz de hacerme olvidar, por un rato, todo lo que me atormenta en la gran mayoría de momentos de mi vida.
Pero, como todo lo bueno, esos días han decidido terminar.


Ahora empieza otra vez una de esas temporadas de reflexiones continuas, cambios de humor y desgana. Luego, me tocará rehacer aquello que mínimamente había logrado conseguir, y que ya intenté rehacer alguna vez: ser feliz más tiempo que triste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario