domingo, 11 de septiembre de 2011

Diario de una chica sin nombre:

Después del cúmulo.


Hoy, creo que he entendido un poco mejor qué estoy haciendo. He comprendido, por fin, que debo concentrarme más en los pequeños momentos que en encontrar la felicidad permanente, pues ésta no existe.
Tras el cúmulo de emociones, veo claro que he perdido el tiempo. Y el tiempo puede ser precioso si lo aprovechas como debes. Por eso, aprecio más las tonterías y dejo de lado lo trascendental, porque para ello ya tendré mucho tiempo. Ahora es momento de aprovechar al máximo lo que sólo me haga disfrutar y no venga con sus consecuencias cogidas de la mano. Y si algo duele, se hace lo posible por olvidarlo y guardarlo en el baúl de las cosas que ya pasaron.
De nuevo, puedo pensar con claridad y sé, que si repito cosas que ya hice en el pasado, me preocuparé por no tener que etiquetarlo más tarde como un error más y poder llamarlo "un poquito de felicidad".

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