domingo, 11 de septiembre de 2011

Querida Ana:

- "No necesito nada más allá de cruzar tu espalda con mis yemas acariciando la suavidad que posee tu piel. Me siento vivo simplemente con sentir tu aliento cerca de mi cuello, tu pelo suelto sobre mi pecho o los dedos de tus pies rozando los míos. No necesito nada más que implique físico, pues tú eres puro interior, una locura apasionante, un arte libre que se une al flujo en mis venas sólo con su presencia, que me agarra, me atrae, me aísla del resto de la humanidad con su magia. Sólo tú eres capaz de hacerme olvidar que ahí fuera el mundo es falsamente feliz y que me esperan problemas nada más cruzar la puerta, llevándome a un mundo increíble en el que no existe preocupación alguna."

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